LA ACCIÓN DE CIERTOS ALIMENTOS Las diferencias entre lo que es la "alimentación normal" en nuestros días, sobre todo a nivel de las ciudades, con las de hace 80-100 años atrás, son enormes y lamentablemente no se destacan por favorecer la salud. Debemos partir de la base que los alimentos y su acción sobre el organismo, son causa de mejoría, agravamiento y origen de muchas alteraciones orgánicas. Ya en 1935 el Dr. Alexis Carrel, 2 veces Premio Nobel de Medicina, denunciaba que los molinos harineros, al descubrirse que las ratas no comían la harina y sí los granos enteros, molían en cuanto compraban el cereal, sin esperar como antes las órdenes de compras de los panaderos, lo que provocaba que se comiera una harina "muerta" hacía tiempo. Y también practicaban el "pelado" de los granos antes de molerlos (harinas "000" y "0000"), para vender pos separado el "salvado" o "afrechillo" a los ganaderos, y así "han hecho un buen negocio, y vendiendo un producto inferior, le hacen creer al público que el pan blanco es mejor que el negro hecho con la harina integral". Avanzado ya el proceso de industrialización de los alimentos, en 1968 el Dr. Linus Pauling, también 2 veces Premio Nobel de Medicina, al presentar su enfoque de "Medicina y Dietoterapia Ortomolecular", denunciaba los "intereses económicos de las industrias alimenticias por sobre el interés de la salud de la población" y sostenía que "la dieta, es el paradigma de la salud y la enfermedad". Para las mismas décadas, la afamada médica, canceróloga y dietóloga suiza Catherine Kousmine (1903-1992) sostenía que gran cantidad de enfermedades degenerativas (esclerosis múltiple, artrosis, diversos cánceres, etc.) eran consecuencia directa de la alimentación con productos alterados por la industria, insistía en la necesidad de comer cereales recién molidos, y exclamaba "sin salud no existe la alegría de vivir ni la felicidad verdadera!". No es el objetivo de este artículo el indicar una dieta ni podría serlo. Las indicaciones sobre Alimentación y la posible Dieta, no serían casi necesarias si comiéramos "alimentos en su forma natural", y no estaríamos haciéndonos algún daño o ya padeciéndolo. Siendo entonces una indicación con carácter terapéutico, nunca puede ser algo generalizado. Todo retorno a la "alimentación natural" deberá ser encarado con un enfoque HOLÍSTICO, o sea integral y adaptado para ese ser, y consecuencia de una relación profesional médico-paciente. Es de lamentar que la mayoría de los médicos sigan pensando que el tema nutricional no es necesario y clave en el tratamiento de cualquier dolencia, que es más propio de personal de segundo nivel académico, o que sigan repitiendo conceptos e indicaciones que, aunque nos fueron enseñados oficialmente, ya están superados o fuertemente contradichos. Entre los conceptos que podemos llamar "no oficiales o clásicos", podemos citar: 1- "NO es nada recomendable tomar leche luego del "destete" y comer quesos y lácteos" La leche materna es la mejor leche para el bebé... y la de vaca para el ternero. Las razones por la que se recomendaba -(yo también soy Médico y lo repetí por muchos años!)- la leche no son válidas, y además la leche y los lácteos producen muchos daños: (solo citaremos algunos de ellos). - La leche no es válida en su pretendido aporte de calcio. En Dinamarca, en USA y en Uruguay, países en los que se da el récord de consumo de lácteos, existe a la vez el récord de porcentaje de mujeres mayores de 50 años con osteoporosis
Con respecto a los demás países vecinos, y Occidente en general, tiene mayor porcentaje de osteoporosis que en las zonas de la China o de la India, que no consumen lácteos...! - Está demostrado que la cáscara de huevo molida, en primer término, y la "leche" o "queso" de soja, el sésamo y el perejil, tienen porcentajes mayores de calcio y, además, biológicamente más asimilable.
- El suministro de estrógenos en las mujeres, para supuestamente combatir la osteoporosis, impide la oxidación del "colesterol malo", no aumenta la libido y conlleva aumento de Prolactina, droga que en exceso disminuye la libido y, según investigaciones de la Universidad de Harvard, USA, provoca el 32% de cánceres de mama.
- La leche de vaca forma oxalato de calcio, que impide la absorción del hierro.
En Europa, el 50% de las mujeres mayores padece algún tipo de anemia. En USA el 75% de los niños. Para no sufrir anemia se deben comer semillas de sésamo, lino, lentejas, levadura de cerveza, pan integral, cebolla de verdeo y perejil. Suprimir bebidas azucaradas, café, té y cocoa- chocolate. "El chocolate y la anemia se aman". - Las proteínas de la leche de vaca (no importa que sea "descremada"), la caseína, la lactoalbúmina y la gammaglobulina vacuna, son causa reconocida de alergias y mucosidades nasales, bronquiales, sinusíticas, etc.
- El ácido butírico de la leche de vaca destruye la vitamina F y aumenta por sobre lo fisiológico la permeabilidad intestinal, lo que permite el ingreso de proteínas extrañas que mantienen al sistema inmunológico en constante excitación, facilitando finalmente su agotamiento o disfunción (enfermedades autoinmunes y facilitación de alergias).
- Este posible agotamiento del sistema inmunológico, adquiere especial importancia en todo bebedor de lácteos o comedor de quesos mayor de 40-50 año, si tenemos presente que la leche de vaca contiene un alto tenor con respecto a la materna, del factor de "crecimiento epitelial", siendo que la mayoría de los cánceres humanos son "epiteliales".
- A nivel intestinal contribuyen al exceso proteico animal, que provoca exceso de putrefacciones, facilita infecciones y parasitosis por alteración de la flora y, además, es constipante.
- Las grasas normales de la leche vacuna son "saturadas", o sea de las que facilitan el aumento del "colesterol malo" y los triglicéridos. Las actuales (todas) "homogeneizadas" son en este sentido mucho más dañinas que las de la "nata" normal de la leche.
- El único hidrato de carbono de la leche vacuna, la lactosa, se absorbe poco, produce gases, constipación y acidosis. Toda acidosis, para ser compensada, lleva a recurrir al calcio óseo, alcalino, por lo que favorece la osteoporosis. Los tres grandes "ladrones de calcio" son la leche, el chocolate y el té negro común.
- La leche vacuna no aporta los anticuerpos propios de la leche humana.
- Por lo explicado, no queda lugar a duda sobre lo dañino que en realidad resulta dar a los niños en desayuno o merienda y la ingesta en general de lácteos y quesos. Algunos autores (Dr. Jorge Estéves: "Los lácteos y las cien enfermedades que provocan" - Publicación Holisticamente), opinan que la leche y los lácteos son aún más dañinos que las carnes rojas.
2- Las carnes vacunas y las aves de criadero (alimentadas con preparaciones industrializadas e inyectadas con hormonas), ofrecen también malas "novedades". - Las carnes rojas en general y sus "fiambres y embutidos", aumentan la secreción de adrenalina. La adrenalina aumenta la agresividad, la hipertensión arterial, la acidez gástrica, la ansiedad, el stress y el insomnio. Al aumentar la ansiedad, mantiene la dependencia a las "adicciones", (sean socialmente aceptadas o no), por eso, por ejemplo, en los "adictos a la comida" es un viejo error el recomendarles para adelgazar el clásico "bife con ensalada".
(Sobre el tema de la acidez gástrica debemos saber que los productos más empleados actualmente, del tipo ranitidina-cimetidina, y las proteínas de la leche-crema, tan recomendada a los gastríticos, se unen a los nitritos-nitratos empleados como conservadores en los alimentos industrializados, y producen nitrosaminas, que son cancerígenas... Así, en un "tratamiento" de la gastritis puede facilitarse su "malignización"...!) - Las carnes rojas, aún privadas de la grasa visible, aportan grasas ricas en "colesterol malo", ácido úrico y uratos (gota, artrosis, arterioesclerosis, cálculos renales, biliares...).
- Las carnes rojas (y hablamos en la Argentina, donde no existen los problemas de una alimentación artificial y una vida de encierro), son normalmente "tratadas" para obtener ese "buen color" que dura varios días, con baños en nitratos-nitritos que en el organismo se transforman en nitrosaminas, conocido cancerígeno.
- Aumentan la producción de adrenalina y bajan la serotonina, neurotrasmisor que predispone a la menor presión arterial, el sueño placentero, y es antidepresiva).
(La serotonina disminuye también por lesión de las células hipotalámicas que la producen, por la ingesta de ansiolíticos-sedantes no naturales, del tipo de las benzodiazepinas, que son las más empleadas. Esto explica la verdadera "dependencia" que producen). - Los pollos de criadero, son alimentados con mezclas industrializadas, vacunados e inyectados con antibióticos, y con hormonas del tipo femenino para aumentar su peso. Toda esa mezcla no tiene consecuencias fisiológicas en quien los consume. Los "criados a campo" solo transmiten su "colesterol malo".
3- En el tema carnes, los únicos "animales salvajes" recomendables son los peces de aguas frías y profundas (no los de río), como el salmón, caballa, atún, pez espada, sardina y merluza, y los mariscos (aunque son muy ricos en ácido úrico-uratos). Estos animales tienen "colesterol bueno" y los aceites omega 3-4 que combaten el "colesterol malo". Son recomendables de 1 a 3 veces por semana, aunque sean envasados o frizados. 4- Los "edulcorantes" existentes en casi todos los alimentos "hipocalóricos" y tan empleados para adelgazar y para los diabéticos, no son nada buenos... Provocan mayor esfuerzo pancreático, mayor necesidad de insulina y, por lo mismo, mayor agotamiento del páncreas. El aspartamo, el más común actualmente, provoca menor producción de serotonina y mayor de fenilalanina (que existe en las carnes), y que favorece la formación de adrenalina. En cuanto a la "sacarina" se ha determinado después de más de veinte años de estudio -¡vaya consuelo!- que no es cancerígena. Dr. Horacio Néstor Frattini |