Myriam Illescas « La medicina es un arte »
Por Anna Infantas - Periodista Invitado - 14/06/2009
Al principio sólo se siente un leve dolor a causa de una diminuta aguja. Luego, unas gotas de sangre son suficientes para que Myriam Illescas, tras el lente de su microscopio, analice 'in vivo' e 'in vitro' (test HLB) los cambios que sufren las células de nuestro cuerpo o, como ella misma dice, el desequilibrio entre la producción de radicales libres y el sistema antioxidante. Esta médica internista, que estudió en Budapest (Hungría) y se especializó en Munich (Alemania), pone en práctica la medicina ortomolecular.
El término, raro para muchos, no es un invento de la doctora que trabaja en emergencias del hospital Japonés, ni es algo reciente.
Por el contrario, Linus Pauling, premio Nobel de Química en 1954 y de la Paz en 1962, lo definió por primera vez como la forma de preservar la salud y tratar las enfermedades administrando la cantidad óptima de moléculas que son necesarias para el organismo.
Entonces, en esa gota de sangre, Illescas observa cómo están los pacientes, luego lo complementa con el diagnóstico clínico. Según esta especialidad de la medicina, las enfermedades aparecen cuando el organismo no tiene los suficientes antioxidantes para defenderse.
"Nosotros necesitamos vitaminas, minerales, proteínas y todas esas sustancias que normalmente tiene el organismo, pero que cuando sufrimos de estrés o pasamos por un momento traumático hay cambios en la actividad de la molécula, de la célula. Se forma el estrés oxidativo (ver cuadro de definiciones), que nos lleva a las enfermedades degenerativas. Pero suministrar antioxidantes en las cantidades adecuadas puede ayudar a prevenir dolencias o detiene las que ya están formadas, además de rejuvenecer al paciente", explica Illescas, mientras muestra en un libro con imágenes de las diferentes formas que pueden adoptar las células. A ella, sin duda alguna, le apasiona la medicina que practica.
-¿Qué le atrajo de la medicina ortomolecular?
-Para mí, la medicina es un arte, el arte de curar y de tratar a un paciente. Tengo más de 30 años como médica y siempre busqué ver al paciente de forma integral. La persona no sólo es cuerpo, también es mente y espíritu. Sé que un enojo, una frustración o un fuerte trauma perturba la mente, luego la persona se pone ansiosa y eso afecta el cuerpo. Trabajo en el Japonés en emergencia y veo a las personas cuando están en el último estadio de la enfermedad, cuando ésta ya se ha formado. Así que fui investigando para hacer medicina preventiva. No me satisfacía prescribir recetas; ahora, en cambio, con la ortomolecular llego a conocer las células de los pacientes, que es la unidad del organismo.
-¿Es una medicina alternativa?
-No, es una forma de la misma medicina ortodoxa. Es como la bioquímica aplicada a la medicina.
-Antioxidantes, radicales libres… ¿Cómo actúan?
-Los radicales libres se forman porque en la última órbita de la molécula hay un electrón que no está pareado. Entonces, viene otra molécula de un radical libre, como de la nicotina, por ejemplo, que se mete en ese lugar libre y oxida la célula. El antioxidante, por lo tanto, viene a anular ese efecto; es decir, evita la oxidación de la célula.
-¿Dónde están los antioxidantes?
-Hay exógenos y endógenos. Los primeros son los que ingerimos en los alimentos. Por ejemplo, son la vitamina C que está en las frutas y verduras; mientras que los endógenos están normalmente en el organismo y ayudan a prevenir las dolencias, son las enzimas. Ahora, con la dosificación de los antioxidantes exógenos nosotros podemos lograr que el organismo esté en equilibrio y no haya oxidación.
-Pero el estrés, la falta de ejercicio, la mala alimentación...
- ... Y la nicotina, el alcohol, la inhalación del plomo... Todo eso confabula para que los antioxidantes diminuyan en el organismo, peor aún si no los ingerimos (la medicina ortomolecular se centra en el papel de la nutrición apropiada en relación con la salud). Pero no se olvide que los alimentos tienen que ser los nutrientes que nos den salud, pero exageramos en todo y de ahí vienen las enfermedades.
- Por eso, ¿tenemos que reforzarnos con pastillas?
-Todos estos elementos (sustancias) ya existen en nuestro organismo, pero algunas veces pueden estar en déficit. En el tratamiento dosificamos las vitaminas, los minerales, los oligoelementos o los ácidos grasos de acuerdo con cada paciente y con su enfermedad; es decir, damos la cantidad óptima de moléculas que son necesarias para el organismo. Se estudia qué sustancias hacen falta. Si es un paciente con obesidad crónica, por decirle, le damos un precursor de serotonina, que evita que coma compulsivamente, o se le prescribe aminoácidos para que queme las grasas. Hay otras sustancias que mejoran la oxidación de las células del corazón, otras relajan la musculatura cardiaca. También encontramos las que ayudan a las personas a dormir tranquilas o mejoran la artritis.
-¿No es lo mismo si nosotros nos compramos los antioxidantes en una farmacia?
-El problema son las dosis o las cantidades, quién debe tomarlas y por cuánto tiempo. Tal vez para un paciente que no tiene una enfermedad le pueda ayudar un multivitamínico o un Redoxón. Pero para uno que sí la tiene, necesita más dosis de una vitamina que otra, o saber cómo combinarlas, porque hay sustancias que no deben dárselas solas. El médico ortomolecular saca el mejor provecho de las sustancias que existen en el mercado. Linus Pauly, por ejemplo, tuvo cáncer de próstata y tomaba alrededor de 12 gr de vitamina C.
-¿La ortomolecular actúa mejor como prevención?
-Funciona mejor, pero cuando ya está la enfermedad sirve como coadyuvante. Trata el terreno biológico del individuo. Suministramos las sustancias que observamos que en una enfermedad crónica degenerativa pueden estar insuficientes en el cuerpo. Ayudamos a que la persona reaccione mejor al tratamiento curativo que se le está realizando. Son paliativos; la mejoría es más rápida.
-¿Se tiene que dejar la medicación que dan los especialistas?
-No. Si viene un paciente con Alzheimer o Parkinson no le muevo su tratamiento, sino que le añado sustancias para mejorar, como le dije, el terreno biológico, de tal manera que el tratamiento que le estén haciendo tenga mejor resultado.
-¿Cuándo da de alta?
-Algunos son por tiempo indefinido y otros de acuerdo a la mejoría. También se prescribe una alimentación adecuada, ejercicios, mucho líquido y antioxidantes. Se da por vía oral o por intravenosa, que la utilizamos en caso de enfermedades degenerativas crónicas o en pacientes muy estresados. Ésta es la terapia de quelación...
- ¿Quelación?
- Es eficaz para combatir la arterioesclerosis (endurecimiento y obstrucción de las arterias). Ayuda a prevenir y mejorar enfermedades degenerativas crónicas. Pero está contraindicado en aquellos con insuficiencia renal o hipoparatiroidea, porque las sustancias son eliminadas por vía urinaria. Es como una limpieza arterial, porque barre los radicales libres, reduce los depósitos patológicos de calcio en el interior de las arterias y de otros lugares del cuerpo, elimina la toxicidad de los metales pesados (plomo) y disminuye la agrupación de plaquetas. Los pacientes se revitalizan, disminuye la presión, el riesgo de infartos, mejora la artritis y la artrosis. Se aplica en suero, dos o tres horas, porque la sustancia quelante y sustancias antioxidantes tienen que ir lentamente. Se realiza dos veces por semana.
-¿También es un tratamiento de la medicina ortomolecular?
-Sí, al igual que la ozonoterapia. El ozono es el oxígeno, pero con tres moléculas. Tiene una mayor capacidad de penetración que el oxígeno, de tal forma que ayuda a antioxidar las células. Lo aplico en una cámara. Los pacientes entran ahí, que es como un sauna, que ayuda a desintoxicar, reduce los radicales libres. Se limpia la piel, se relaja y hasta ayuda a disminuir la celulitis. También existe un tratamiento nuevo…
-¿En qué consiste?
-Ponemos los pies en agua, se colocan dos electrodos, un poco de sal y a través de la osmosis van saliendo las toxinas. Desintoxica el hígado, el riñón, la vejiga… En el agua usted ve la grasa y cómo salen las toxinas. Es otro tratamiento que va lo mismo: a las células, a desintoxicarlas, limpiarlas y luego, con los antioxidantes, alimentamos las mismas células, así la persona se siente bien.
-¿Desde qué edad se puede optar por esta medicina?
- Desde los 30 años es ideal empezar a prevenir para envejecer de forma sana. Cuando se tiene 40 ó 50 años se puede seguir un tratamiento por año para mantenerse bien. Para cada paciente el tratamiento es individual. Claro que la aplicación de uno y otro método depende de los síntomas; también se pueden alternar. Como ve, el tratamiento ortomolecular es una forma diferente de tratar a los pacientes.
Estrés oxidativo
La medición del estrés oxidativo se realiza con un examen de análisis celular. Allí se muestran los cambios morfológicos que se realizan en las células a consecuencia del desequilibrio entre la producción de radicales libres y antioxidantes.
Glosario
w Antioxidantes: sustancias que nos ayudan a anular los radicales libres.
w Estrés oxidativo: es la pérdida del equilibrio entre la producción de radicales libres o de espacios reactivos del oxígeno.
w Radicales libres: sustancias externas al organismo que vienen a ocupar el lugar del electrón no pareado que tiene la molécula.
w Estrés adrenal: se da por la tensión. Por el trabajo, por pánico o por angustia.
w Estrés fisiológico: es normal que lo tengamos, porque si no, estaríamos muy relajados. Nos da más actividad, lucidez y ayuda al organismo a que se defienda contra las enfermedades.
w Test HLB: se observa cómo están las células, sus formas, si hay anemia, si tiene mucha grasa o si hay muchas plaquetas.
AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
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