Ambientes obesogénicos (vanguardaia)
Recientemente el delegado del IMSS en Coahuila reprochó acremente a los derechohabientes diabéticos y obesos porque asegura que en ellos el IMSS ejerce la tercera parte del presupuesto y el Estado continúa en primer lugar nacional en estas enfermedades.
José Luis Dávila Flores, delegado del instituto, dijo que los diabéticos se llevan más de 2 mil millones de pesos en el Estado en su atención, que es la tercera parte del presupuesto que ejerce el IMSS en Coahuila.
"¡Lo que nos cuesta!, sin considerar que dejan de trabajar, que dejan de producir, que su vida activa no va a tener futuro. Se van a quedar ciegos, se van a quedar sin una pata, y luego van a tener un problema de riñón, entonces qué calidad de vida van a tener esas gentes", manifestó.
Dávila Flores calificó como "gravísimo" contar con tantas personas diabéticas y obesas, porque representa atención en médicos, medicamentos e incapacidades. Externó que las regiones Centro, Carbonífera y Norte son las de más altos niveles de diabetes y obesidad, donde Nueva Rosita cuenta con 12 por ciento en obesidad y Monclova con el 11 por ciento. La desesperación del funcionario federal es explicable, porque en verdad el país enfrenta un verdadero problema, ya que México pasa por una profunda transición epidemiológica y nutricional que se constituye en uno de los principales retos de salud pública, los indicadores muestran una tendencia totalmente fuera del control en el aumento del sobrepeso y la obesidad.
En tan sólo siete años el aumento de casos de sobrepeso y obesidad en niños entre 5 y 11 años de edad fue de casi el 40 por ciento. Un estudio de la Asociación Mexicana para la Prevención de la Insuficiencia Cardiaca (Amedic) realizado a 230 niños de escuelas primarias del Distrito Federal detectó que 38.7 por ciento de los niños de tercero y cuarto de primaria padecen obesidad y ya presentan hipertensión arterial.
Los niños presentaron una dieta baja en frutas y verduras y alta en frituras, sopas instantáneas y refrescos, productos que en algunos casos sustituyen la leche. La Amedic indica que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares como ataques al corazón, embolia e insuficiencia cardiaca.
Del conjunto de afecciones provocadas por el sobrepeso y la obesidad, la Secretaría de Salud identifica a la diabetes como uno de los principales retos del sistema mexicano de salud, de manera que pasó de la octava a la primera posición como causa de muerte en un periodo de menos de 20 años y en los últimos cinco años ha seguido creciendo a un ritmo superior al 3 por ciento anual.
De acuerdo al informe de la Comisión Mexicana de Macroeconomía y Salud, presentado en noviembre de 2004, la diabetes afecta a 10 millones de mexicanos y causa una erogación mayor a los 3 mil millones de pesos al año, lo peor es que en la actualidad ya hay casos de niños con diabetes tipo 2 provocada por la mala alimentación, cosa que hace algunos años sólo afectaba a adultos.
Los cambios en los hábitos alimenticios de la población, la disminución de la ingesta de frutas, verduras y frijol, el aumento drástico en el consumo de refrescos, el alza del consumo de comida chatarra, la afectación a comunidades rurales, y los cambios de la dieta tradicional son los factores determinantes.
En México, en promedio se consumen 342 litros de refresco por persona al año, mientras que el consumo de leche ha disminuido drásticamente, la dieta del mexicano ha dejado de ser la tradicional compuesta de frijol, maíz, arroz, avena, leche, frutas y verduras principalmente, para ser sustituida por productos industrializados, es el segundo productor de refrescos a nivel mundial contando con 164 plantas. Esta industria alcanzó en 2004 un volumen de ventas de 15 mil 601 millones litros.
En síntesis, el ambiente obesogénico significa la invasión de comida chatarra en las escuelas, la publicidad engañosa dirigida a niños, la falta de regulación de etiquetados, la falta de aprobación de iniciativas, la invasión de comida chatarra a las comunidades rurales, la alta disponibilidad de alimentos densamente energéticos y bebidas azucaradas dentro y en los alrededores de la escuela, poca disponibilidad de frutas y verduras, ausencia de agua potable, la mayoría de los niños compran los alimentos en la escuela en lugar de llevar almuerzo, el desayuno escolar incluye alimentos densamente energéticos (leche entera azucarada, panes dulces, la ingesta durante el horario escolar puede llegar a la mitad del requerimiento diario (840 a 1259 kcal).
En las décadas anteriores la publicidad se dirigía a los padres, en especial a las madres, posteriormente se considera a los niños como consumidores autónomos y la publicidad dirigida a niños recurre a promover el "antiadultismo", la lección es que los productos están del lado de los niños y no sus padres y maestros. Los niños piden, insisten y presionan a los padres para comprar alimentos porque desean el juguete que viene en ellos, resultado: consumen el producto que trae esos juguetes y que no es bueno para su salud.
En 18 de las 32 entidades federativas de la República Mexicana se presentaron propuestas al Gobierno acerca de la prohibición de venta de comida chatarra en las escuelas; de esos 18 estados, 12 aprobaron la propuesta, sin embargo, ninguno le lleva a cabo, el resto la vetaron o quedó pendiente; por otro lado, sólo hubo cinco estados que propusieron evitar la publicidad en las escuelas de comida chatarra dirigida a niños, ¿quién en realidad está a cargo de la aprobación de las leyes y propuestas en cuanto a los alimentos chatarra?, ¿Gobierno o empresas?
--
AHANAOA A.C.
Miguel Leopoldo Alvarado, N. D.
Fundador y Presidente
http://www.nutriologia-ortomolecular.info/