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- LA EDITORIAL PCCA |
4-Obesidad y Sobrepeso
Obesidad es a la luz actual mucho más que la imagen
que tenemos de personas gruesas. La obesidad es mucho más que una imagen, es el término clínico para el exceso de peso corporal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad que requiere tratamiento
y es la enfermedad crónica no trasmisible más frecuente en el mundo. La obesidad es una relación tejido adiposo/peso corporal, superior a la normal. Es una condición compleja con graves implicaciones sociales
y psicológicas que afecta a todos los países independientemente de su grado de desarrollo y a todos los grupos de edad y nivel socioeconómico.
La causa de la obesidad es una ingestión de alimentos superior a la necesaria para el gasto de energía, por lo tanto, el exceso se almacena fundamentalmente como grasa en el tejido adiposo. La obesidad está influida y relacionada con:
- Malos hábitos alimentarios
- Estilo de vida sedentario
- Trastornos de la conducta alimentaria
- Factores genéticos
En 1981, un científico norteamericano de apellido Garrow, propuso una clasificación para
el peso corporal basada en dos medidas simples, la estatura sin zapatos y el peso con el mínimo de ropa, lo que se llama Índice de Masa Corporal y se calcula con el peso
expresado en kilogramos y la estatura en metros. La población se divide en grados de obesidad:
Índice de Masa Corporal
Grados de obesidad | Índice |
Intervalo normal | 18.5-24.9 |
Sobrepeso | ≥25 |
Preobeso | 25.0-29.9 |
Obeso clase I | 30.0-34.9 |
Obeso clase II | 35.0-39.9 |
Obeso clase III | ≥40.0 |
*Kg de peso corporal y estatura medida en metros sin zapatos
La principal debilidad de este índice es que algunos individuos con mucho desarrollo de la masa muscular pueden clasificarse como obesos, sin serlo, lo que sucede, por ejemplo,
con deportistas profesionales.
Según la OMS más de 1 billón de adultos en el mundo presentan sobrepeso y al menos 300 millones de ellos son clínicamente obesos. Pero, lo que resulta sorprendente es que en los países subdesarrollados, la prevalencia de obesidad alcanza alrededor de 115 millones de personas. Es decir, que alrededor de 40% de los obesos del orbe no están en el mundo desarrollado de la opulencia y la abundancia de alimentos. Los niveles actuales de obesidad se encuentran en un intervalo desde 5% para países como China, Japón y algunas naciones africanas hasta más de 75% para países occidentales.
La prevalencia de obesidad en el mundo occidental comienza en la infancia. Los datos disponibles indican que alrededor de la tercera parte de los niños del mundo occidental de
los países desarrollados tienen demasiado peso corporal. Los datos para escolares presentan estimados entre 6 y 15% y en los adolescentes entre 20 y 30%.
Como se ha dicho, el problema de la obesidad y el sobrepeso alcanza en la actualidad a todas las regiones del planeta, independientemente de su grado de desarrollo. Un estudio de las Naciones Unidas reveló que la obesidad y más aun los índices del sobrepeso están aumentando aceleradamente, inclusive en países donde hay hambre como, por ejemplo, en poblaciones urbanas femeninas de zonas de Africa subsahariana.
Existe gran cantidad de evidencias de que el peso excesivo está asociado con una mortalidad temprana. Los índices de mortalidad comienzan a aumentar a partir de un índice de masa corporal de 25. Pero, la obesidad severa se asocia con un aumento de 12 veces en la mortalidad de personas entre 25 y 35 años comparada con individuos de peso normal.
En los hombres obesos existe una mayor incidencia de cáncer de próstata y en las mujeres obesas de cáncer de mama, útero y ovario. Las causas de muerte prematura relacionadas con la obesidad se asocian con varias enfermedades como:
- Enfermedades cardiovasculares
- Diabetes mellitus
- Hipertensión
- Problemas respiratorios
- Enfermedades de la vesícula biliar
- Artritis
- Gota
- Cáncer de mama y de endometrio
También se presentan alteraciones psicológicas que pueden conducir a la depresión. Asimismo, las operaciones quirúrgicas, por ejemplo, son mucho más peligrosas en un obeso que en un individuo de peso corporal normal.
Los hábitos alimentarios que se han asociado a la obesidad son la ingestión de confituras, las comidas rápidas y de "chatarra", las comidas frecuentes, ingestión de azucares refinados y grasas.
Para los bebitos y niños pequeños, las principales estrategias preventivas son:
- La promoción de la lactancia materna.
- Eliminar el uso de azúcar añadido cuando se elaboran fórmulas alimenticias.
- Instruir a la madre a aceptar la habilidad del niño para regular su ingestión de energía y no insistir en que debe comer hasta que el plato esté vacío.
- Asegurar la ingestión apropiada de vitaminas y minerales que se requiere para un crecimiento optimo.
Para los niños y adolescentes, se requiere:
- Promover la ingestión de frutas y vegetales.
Estimular un estilo de vida activo. - Limitar las sesiones frente al televisor.
- Restringir la ingestión de alimentos ricos en energía y pobres en micronutrientes como los saladitos empaquetados y confituras.
- Restringir la ingestión de refrescos azucarados
Lamentablemente, las dietas para prevenir la obesidad o para reducir el peso corporal de los obesos han sido objeto de manipulación por individuos no siempre capacitados científicamente. Se ha transitado por las dietas "de moda", que en algunos casos producen trastornos en el metabolismo y déficit de nutrientes esenciales. De la misma manera se ha indicado solo con fines lucrativos la ingestión de fármacos reductores, con riesgo incluso
para la vida.
En Cuba alrededor del 20-30% de la población presenta algún grado de obesidad, y va en aumento. Es decir, que aproximadamente dos millones de personas padecen la enfermedad y se considera por lo tanto, un problema de salud.
Todos los investigadores y personal asistencial relacionado con la obesidad coinciden en la utilidad del consumo de los vegetales, frutas, viandas y leguminosas en la prevención y en el tratamiento dietético del obeso.
Las frutas y los vegetales son alimentos generalmente bajos en grasa, bajos en energía,
altos en fibra dietética, por lo que se pueden ingerir cantidades voluminosas de comida sin añadir una cantidad considerable de energía extra pero, sobre todo, es necesario que el individuo interiorice que estos alimentos promueven un buen estado de salud y bienestar. No son solo buenos para los obesos, son buenos para toda la población, añaden colorido a las comidas y una mayor gama de sabores.
El consumo de dietas ricas en fibra dietética tiene además una gran importancia para la
salud y la prevención de varias enfermedades. Los mecanismos mediante los cuales la fibra dietética puede contribuir al tratamiento de la obesidad son:
- La reducción del nivel energético de la dieta.
- La sensación de saciedad.
- La capacidad de adsorber algunos componentes de la dieta y, por tanto, reducir la absorción intestinal.
Por otra parte, es recomendable que entre los cambios en los hábitos alimentarios se tenga en cuenta la distribución de la energía en los alimentos durante el día.
El tratamiento con medicamentos o farmacoterapia, se utiliza cuando no se han logrado éxitos con la manipulación de la dieta y la actividad física. Los tratamientos con productos farmacéuticos necesitan ser aprobados por fuentes autorizadas que aseguren la ausencia de algún peligroso trastorno secundario y que expliquen claramente en las etiquetas, las limitaciones o consecuencias de su ingestión. La selección del tratamiento es de la absoluta incumbencia del médico, que puede utilizar un medicamento o combinaciones de estos. Se han diseñado medicamentos que su modo de acción es disminuir el apetito, mientras que otros van dirigidos a interferir en la absorción de grasas.
Muchas personas que padecen de obesidad o sobrepeso aspiran a ingerir un medicamento farmacéutico milagroso que les posibilite bajar de peso sin sufrir las restricciones energéticas necesarias en su alimentación. Sin embargo, está bien demostrado que el tratamiento únicamente con medicamentos farmacéuticos, sean hormonas o drogas que disminuyen el apetito e interfieren en la absorción de grasas no logran esta ansiada aspiración. Más aún,
no se recomiendan por sí solos con excepción de los casos donde no se ha obtenido respuesta positiva a tratamientos dietéticos o que incrementen la actividad física de los pacientes.
Por otra parte, los tratamientos con fármacos, deben ser estrechamente vigilados por médicos, sobre todo en el caso de las personas obesas que con frecuencia pueden estar complicadas con otras enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, trastornos cardiovasculares y otros.
El tratamiento quirúrgico es la última opción y se aplica para el tratamiento de la obesidad severa y en los que han fallado otras vías. Las operaciones que con más frecuencia se realizan son las que disminuyen el volumen gástrico (gastroplastia) y las que producen un bypass, derivaciones o "camino alternativo" que limita la ingestión de alimentos y afecta la digestión, también existen técnicas quirúrgicas mixtas que incluyen ambos procedimientos.
Miguel Leopoldo Alvarado
Fundador y Presidente