¿Cómo prepararnos para reparar el sistema inmunológico y combatir enfermedades futuras?
Nosotros, los médicos, en nuestras diversas especialidades, hemos mantenido una gran preocupación por estar al día sobre los grandes avances tecnológicos en inmunología, la genética y trasplante de órganos, para una mejor orientación para nuestros pacientes. Debemos tomar en cuenta que cada ser humano representa un ente individual, un microcosmo y como paciente tenemos que establecer unos nexos "o raport" con ellos, para una mejor planificación en los parámetros de medicina preventiva , en el tratamiento médico e incentivar el cambio de actitud de quienes, en vez de resignarse al camino evolutivo de la enfermedad, han establecido un estado combativo en contra de la misma. ¿Qué hacer para prepararnos para reparar el sistema inmunológico y así combatir las amenazas de las nuevas enfermedades que se avecinan? El sistema inmunológico está en los minerales, micronutrientes, oligoelementos y enzimas de nuestra alimentación. Son necesarios para combatir los radicales libres que se producen del metabolismo celular y de aquellos invasores que nos producen enfermedades. Hablar de anti-envejecimiento, nos referimos a un tema de actualidad. Tenemos que remontarnos a los últimos cinco años donde ocurrieron múltiples avances de la genética que conllevó a la identificación del Genoma Humano y al conocimiento de los numerosos genes y sus variantes, causa de las diversas enfermedades.¿Qué son los genes? Es la copia de nuestras vida, nacemos con un patrón genético que produce proteínas que definen la naturaleza de los procesos fisiológicos y las estructuras de nuestros cuerpos. Determinan si somos masculinos o femeninos, de estatura baja o alta, inteligentes o no, fuertes o débiles, saludables o enfermos y juegan un gran papel en la conducta humana: cómo nos sentimos y nos comportamos en el transcurso de nuestra vida, además del crecimiento, la maduración sexual, el aprendizaje y la memoria, también en la disminución de nuestra actividad física y mental que ocurre con la edad.
Nosotros nos enfermamos y morimos porque nuestros genes fallan para mantenernos vivos y saludables; todo es controlado por los genes. Con los grandes avances en esta materia se podrá, en el futuro, realizar análisis o experticias genéticas a cada paciente e identificar los riesgos a diferentes enfermedades y crear planes nutricionales bajo el nuevo concepto de Nutrición Genómica. Se ha demostrado una interacción continua entre los genes y los alimentos mediante la cual un grupo estimula la acción de genes protectores, mientras que otros tienden a suprimirlos o a mutarlos. Al mismo tiempo existen variantes genéticas que producen ciertas afecciones como por ejemplo el descubrimiento de 150 genes variantes que producen diabetes tipo dos y 300 asociados a la obesidad, Otro ejemplo lo constituye el té verde con su gran capacidad antioxidante para prevenir enfermedades cardiacas y ciertos cánceres pero sólo algunas mujeres obtienen una reducción del cáncer mamario al ingerir el mismo, lo cual es debido a un gen que produce una enzima llamada COMT que inactiva los compuestos supresores del cáncer. Un ejemplo de interacción que ha sido estudiado en detalle lo constituyen dos categorías de enzimas.
Los de la fase I y los de la fase II que actúan en forma secuencial; por ejemplo: la ingesta de aminas heterocíclicas, provenientes de la carne asada o a la parrilla, son metabolizadas primero por las enzimas de la fase I que producen los radicales oxidantes y luego por las de la fase II que los inhiben, pero ciertas personas tienen un gen variante que aceleran las enzimas de la fase I, produciendo un producto carcinógeno más rápido que la actuación inhibitoria de las enzimas de la fase II. Este gen es encontrado en un 28% entre los blancos americanos y 40% entre los afroamericanos e hispanos y un 70% entre los americanos japoneses. La nutrición ayuda a eliminar estos productos carcinógenos, por ejemplo el ajo contiene nutrientes que disminuyen la acción de las enzimas de la fase I y el brócoli, mediante el contenido de sulforafano, aceleran las enzimas de la fase II. Esto demuestra la importancia de la nutrición genómica que se está desarrollando. Recientemente se acaba de abrir el primer Centro de Nutrición Genómica en la Universidad David de California. Un caso explícito lo constituye el gen para una proteína denominada APOE responsable de la regulación del colesterol; pero se han descubierto tres variantes o "allelles" designados como E2, E3 y E4, entre los cuales el E3 es el más común. Las personas que tienen una o dos copias de allelles E2 tienen cifras bajas de colesterol, pero las personas que tienen el variante E4 que se observa en un 15% a 30% de la población total es potencialmente letal por el aumento o elevación a cifras altas de colesterol, tendencia a la diabetes y disminución de los efectos protectores de la moderada ingesta de bebidas alcohólicas y aumento del alto riesgo al cigarrillo. En el futuro podremos realizar una determinación del gen APOE.
Actualmente se está suministrando nutrición personalizada para combatir o prevenir las enfermedades provenientes de dicha alteración. El propósito amplio es entender la interacción entre la nutrición y la genética; por ejemplo, los asiáticos siguen una dieta a base de soya y con ella se protegen del cáncer de mama y de la próstata debido a que contienen compuestos que se unen a los receptores estrogénicos -la genisteína y disdeína- en las células de los vasos sanguíneos y un compuesto denominado "lunasin" que aumenta la actividad de 123 diferentes genes en las células prostáticas, que suprimen el crecimiento del tumor. Inician la reparación del DNA y promueven la apoptosis que es la programación de la muerte celular de las células dañadas antes que se multipliquen.
Otro compuesto lo constituye la curcuma o corcumin, pigmento amarillo en el compuesto del curry, ella reduce la acción de un grupo de genes que promueven la inflamación y que están asociados a la enfermedad cardiaca, cáncer de colon y Alzheimer. La nutrición genómica creará oportunidades a las compañías farmacéuticas para aislar, concentrar, sintetizar y mejorar compuestos naturales. La manipulación genética nos permitirá estimular genes productores de antioxidantes, otros con propiedades microbicidas, otros como transportadores de grasa en todo el organismo y otros como organizadores de los componentes celulares; de esta manera se podrá alargar el estándar de vida. La investigadora Elisa Epe, de la Universidad de San Francisco, de California, demostró un acortamiento de los telómeros celulares ante el estrés crónico (extremos distales de los cromosomas en relación a la longevidad), lo cual comprueba que una actitud mental positiva y cambio en el estilo de vida conlleva a una mayor longevidad.
El investigador Leonard Guarent, biólogo molecular, ha demostrado que la restricción calórica estimula la producción de un gen denominado SIR1 en animales de laboratorio y David Simclair, investigador de la Universidad de Harvard, demostró un gen similar en humanos, SIR2, que produce unas proteínas denominadas cirtuinas que prolongan la vida, de modo que además de los nutrientes provenientes de los alimentos prescritos por análisis genéticos, debemos ingerir pocas calorías para una mayor longevidad. La dieta DASH modificada cumple con ese propósito.
Doctor en Ciencias Médicas
Sisiho70@yahoo.com
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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