Ya hay más personas con sobrepeso en el mundo que afectados por el hambre. La obesidad es la mayor amenaza para la salud mundial en estos momento y desde prácticamente todas las instituciones implicadas se hace una llamamiento para la intervención.
El último en hacerlo ha sido Olivier De Schutter, relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, en los días previos al encuentro 'Hacia una Convención Mundial para Proteger y Promover las Dietas Saludables' de la organización Consumers International que se celebra el próximo 21 de mayo.
A juicio de los expertos se está tardando en adoptar medidas más restrictivas para la industria alimentaria y la comercialización de productos poco saludables, por lo que debe ser el próximo objetivo de las políticas comunes y la legislación en todo el mundo.
Debe ser una estrategia global que, como ya hemos advertido en más de una ocasión, va a tener un impacto sobre la industria alimentaria y, por consecuencia, en el vending que en algunos países ya ha comenzado a virar hacia una oferta más saludable.
"Han pasado dos años desde que mi informe sobre la nutrición y el derecho a la alimentación, y diez años desde que la Organización Mundial de la Salud lanzó su Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. Sin embargo, la obesidad sigue avanzando y con ella enfermedades como la diabetes, problemas cardíacos y otras complicaciones para la salud. La señales de advertencia no están siendo escuchadas", ha criticado Schutter.
En ese informe se establecían cinco exigencias básicas que son las que ahora se reiteran y que pasan por gravar los productos no saludables -medida que sí se ha puesto en funcionamiento en algunos países que han optado por imponer nuevas tasas a las bebidas azucaradas, por ejemplo-; la regulación al detalle de los alimentos ricos en grasas saturadas, sal y azúcar; la limitación de la publicidad de todo aquello que se relacione con la comida basura; renovar los subsidios para abaratar los costes de producción de los alimentos más sanos, y el apoyo a la producción local para mejorar el acceso a productos frescos y nutritivos.
Por aquí van a pasar las políticas futuras, ya sea a corto, medio o largo plazo porque al final los costes de salud y económicos que acarrea la obesidad y la mala alimentación no son sostenibles y van a estar por encima de los beneficios que aporta la industria en su conjunto.
Lo hablábamos hace poco con Miguel Ángel Royo, jefe del Área de Estudios de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, que alertaba de los riesgos que ya corre la población infantil en nuestro país, donde un 10% padece obesidad.
Como decíamos, el vending tiene responsabilidad como canal de venta y debe asumirla cuanto antes. Así será más fácil adaptarse a las políticas restrictivas que están por llegar.
Artículos y Noticias de Dietética y Nutriología Ortomolecular y Antienvejecimiento para profesionales de la salud
El último en hacerlo ha sido Olivier De Schutter, relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, en los días previos al encuentro 'Hacia una Convención Mundial para Proteger y Promover las Dietas Saludables' de la organización Consumers International que se celebra el próximo 21 de mayo.
A juicio de los expertos se está tardando en adoptar medidas más restrictivas para la industria alimentaria y la comercialización de productos poco saludables, por lo que debe ser el próximo objetivo de las políticas comunes y la legislación en todo el mundo.
Debe ser una estrategia global que, como ya hemos advertido en más de una ocasión, va a tener un impacto sobre la industria alimentaria y, por consecuencia, en el vending que en algunos países ya ha comenzado a virar hacia una oferta más saludable.
"Han pasado dos años desde que mi informe sobre la nutrición y el derecho a la alimentación, y diez años desde que la Organización Mundial de la Salud lanzó su Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. Sin embargo, la obesidad sigue avanzando y con ella enfermedades como la diabetes, problemas cardíacos y otras complicaciones para la salud. La señales de advertencia no están siendo escuchadas", ha criticado Schutter.
En ese informe se establecían cinco exigencias básicas que son las que ahora se reiteran y que pasan por gravar los productos no saludables -medida que sí se ha puesto en funcionamiento en algunos países que han optado por imponer nuevas tasas a las bebidas azucaradas, por ejemplo-; la regulación al detalle de los alimentos ricos en grasas saturadas, sal y azúcar; la limitación de la publicidad de todo aquello que se relacione con la comida basura; renovar los subsidios para abaratar los costes de producción de los alimentos más sanos, y el apoyo a la producción local para mejorar el acceso a productos frescos y nutritivos.
Por aquí van a pasar las políticas futuras, ya sea a corto, medio o largo plazo porque al final los costes de salud y económicos que acarrea la obesidad y la mala alimentación no son sostenibles y van a estar por encima de los beneficios que aporta la industria en su conjunto.
Lo hablábamos hace poco con Miguel Ángel Royo, jefe del Área de Estudios de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, que alertaba de los riesgos que ya corre la población infantil en nuestro país, donde un 10% padece obesidad.
Como decíamos, el vending tiene responsabilidad como canal de venta y debe asumirla cuanto antes. Así será más fácil adaptarse a las políticas restrictivas que están por llegar.
Artículos y Noticias de Dietética y Nutriología Ortomolecular y Antienvejecimiento para profesionales de la salud