Oaxaca de Juárez, 26 de septiembre. Desde hace ya algunos años se habla con cada vez más frecuencia en los medios de comunicación del sobrepeso y la obesidad. Muchos comentarios en torno al tema se vierten a diario. ¿Pero cuál es la esencia del problema? Existen muchos métodos para medir el sobrepeso; al que generalmente se hace referencia es a uno llamado "Índice de Masa Corporal" que mediante una fórmula calcula la relación entre ambos datos. Alrededor del problema del sobrepeso existen muchos factores y ángulos que habría que analizar. En primer lugar, se ha dicho que la dieta tradicional del mexicano se basa en muchos carbohidratos –tortilla, pan, tamales, tacos, entre otros- lo cual no favorece una adecuada alimentación. Sin embargo, este tipo de alimentación es tradicional y el sobrepeso se ha presentado en los últimos 20 ó 30 años. El otro aspecto alimenticio tiene que ver con la enorme cantidad de alimentos industrializados que han penetrado en la dieta de los mexicanos; destaca, por ejemplo, el consumo de refrescos, en donde México es el primer consumidor per cápita de estas bebidas, lo cual parece que está cobrando su factura. De manera similar, la comida chatarra del tipo de pastelitos industrializados, papitas, dulces, chocolates, pizzas, hamburguesas y una enorme cantidad de productos –principalmente destinados a la población infantil- han alcanzado importantes nichos de mercado. Un factor importante para el elevado consumo de estos productos ha sido el uso de enormes campañas de publicidad, particularmente las televisivas. Otro factor importante está asociado a la disminución de la actividad física. Especialmente grave es el caso de los niños, quienes cada vez tienen menos espacios públicos seguros para realizar actividades deportivas, además de haber proliferado los "juegos" de tipo tecnológico en donde el niño lo que más utiliza es su dedo pulgar; lo mismo sucede con el uso de la televisión, la video y el internet, que no demanda ningún tipo de esfuerzo físico y los niños pasan muchas horas frente a las pantallas de estos medios. A la población adulta le suceden cosas parecidas; debe comer en la calle –generalmente comida de tipo "rápido"- y no hace ejercicio. También consume mucho tiempo frente al televisor o la computadora y no se desplaza a su trabajo caminando o en bicicleta. Hay en general una forma de vida que favorece el consumo de comida con muchas calorías y carbohidratos, aunado a una actividad física muy escasa. El problema radica en que el sobrepeso afecta de manera muy seria la salud de las personas, con mayor énfasis en los niños. Los riesgos asociados a enfermedades como la diabetes, hipertensión, padecimientos cardiovasculares y muchos otros se elevan significativamente, de manera que la esperanza de vida se reduce, la calidad de la misma se deteriora y los recursos económicos para atención a la salud se elevan notoriamente. El problema ha llegado a niveles alarmantes en nuestro país; para ilustrar la situación considérense los siguientes puntos: -
70 por ciento de los mexicanos y 68 por ciento de los estadounidenses presentan sobrepeso. En tanto, 34 por ciento de éstos tiene obesidad contra 30 por ciento de los mexicanos. En contraste, Japón y Corea son las naciones de la OCDE con los índices más bajos, con una prevalencia de obesidad de 3 y 4 por ciento, respectivamente. Existen muchos otros datos que nos demuestran la gravedad del asunto, pero la pregunta es, ¿qué estamos haciendo? La respuesta es poco edificante: casi nada. A pesar que en los últimos años se habla mucho del asunto, esto en realidad no ha modificado en nada las tendencias que existen respecto al aumento del sobrepeso. De hecho, las "medidas" que –según esto- se toman mueven al humorismo involuntario; por ejemplo, luego de pasar un vistoso anuncio de un minuto que insta al consumo de un pastelito industrializado diseñado para niños, al final se pone un letrero ínfimo en la parte inferior de la pantalla que dura un par de segundos que dice "coma frutas y verduras"; el tiempo de exposición del mensaje "educativo" es muy pequeño para alcanzarlo a leer un infante y muchos niños ni siquiera notan que apareció. La única medida que inicialmente se iba a implementar era prohibir la venta de comida chatarra en las escuelas, que luego de algunos meses en donde las empresas de refrescos y comida chatarra cabildearon con la SEP y la Secretaría de Salud, lograron que las autoridades recularan de una manera vergonzosa. Incluso el Secretario de Educación, Alonso Lujambio, con esa inteligencia deslumbrante que lo distingue, declaró que la comida chatarra en realidad no existía, que además "todos la consumíamos" y algunos otros argumentos de ese nivel de docta sapiencia. La realidad es que el gobierno federal no aborda el problema con seriedad, no le importa que la obesidad infantil crezca de forma alarmante, es incapaz de atentar contra los intereses monopólicos de las empresas y no duda en sacrificar la salud de la población. Las medidas que se toman son para llenar la nota, para dar un show más de los que acostumbra Calderón y el país seguirá engordando, consumiendo comida poco saludable y teniendo un gobierno abiertamente chatarra. Como contraste a la política del gobierno federal, el GDF ha emprendido una serie de medidas para enfrentar el problema. En primer lugar se integró el Consejo para la Prevención y la Atención Integral de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios del DF, en donde participan varias secretarías como la de Salud, de Educación, Gobierno, Cultura, Finanzas, las delegaciones y la ALDF. Se implementó el programa "Muévete y Métete en cintura", que tiene por objetivo: *Generar un amplio movimiento social informado y organizado para promover estilos de vida saludables, a través acciones de orientación alimentaria y fomento de la actividad física. *Incidir en la modificación de los determinantes del sobrepeso, obesidad y sedentarismo.*Fomentar la incorporación de la actividad física en la vida cotidiana de la comunidad capitalina, enfatizando en niños y adolescentes. *Mediciones de Índice de Masa Corporal en espacios públicos y eventos masivos *Pláticas, cursos, talleres y seminarios en unidades médicas *Distribución de material informativo e interactivo a población abierta *Clínica de Bariatría en el Hospital Rubén Leñero *7 clínicas de atención al sobrepeso, la obesidad y los trastornos alimenticios (en proceso)*Detección y tratamiento oportuno de pacientes en hospitales y centros de salud *Educación en salud en las escuelas (clases y libros de texto) *Regulación de compra y venta de alimentos, dentro y fuera de escuelas (lineamientos determinados por las autoridades federales y locales) *Hábitos alimenticios saludables (orientación a padres de familia) *Ejercicio y deporte (ampliar los horarios de ejercicio en escuelas e incentivar la actividad física en el hogar) *Mejorar la calidad nutritiva de los productos (acuerdo con empresas y cámaras de comercio)*Reforzar el Programa "Ángel" en materia de detección y tratamiento del sobrepeso y la obesidad Como puede observarse, pese a los recursos tan escasos que tiene el GDF en virtud del cerco financiero que le impone el gobierno federal, se están tomando medidas concretas para solucionar el problema. Sencillamente habría que recordar que en esta semana los medios publicaron las tareas de la secretaría de salud en la ALDF en donde se pesó y midió a los asambleístas y se les calculó su Índice de Masa Corporal. * Alberto Esteva. Subsecretario de Políticas Públicas de la Ciudad de México. Twitter: @AlbertoEsteva |