Dr. Javier Aranceta Bartrina
La dieta mediterránea es mucho más que una pauta nutricional. Se trata de un estilo de vida que incluye unos valores y costumbres compartidos por los pueblos del mediterráneo, y un patrimonio que trasciende las fronteras geográficas.
Es un concepto amplio, un conjunto cultural extraordinario que abraza a todos los pueblos de la cuenca mediterránea, y que incluye paisajes, cultivos, espacios, gastronomía, sabores, y tradiciones, una vida activa y un marco económico con una dinámica de autosuficiencia y sostenibilidad. Desde España hasta Turquía, la dieta mediterránea es un tesoro formado por ingredientes de la agricultura local, que integra las recetas y maneras de cocinar propia de cada pueblo mediterráneo, forja su manera de ser y constituye el espíritu de esta tierra.
Además de la trilogía trigo, vid y olivo, la dieta mediterránea se basa en alimentos como las legumbres, las verduras, las frutas, el pescado, los quesos, los frutos secos, las aves de corral o los huevos. Dicha variedad gastronómica hace de la dieta mediterránea un modelo equilibrado y variado, con un importante aporte de nutrientes, bajo contenido en grasas saturadas y alto en monosaturadas, carbohidratos complejos y fibra, y una extraordinaria riqueza en antioxidantes.
De hecho, desde hace décadas son conocidos los beneficios para la salud asociados al mantenimiento y seguimiento de la dieta mediterránea. Ya en los años 60 y 70 esta forma de alimentación y de vida fue estudiada y analizada por el Doctor Ancel Keys a través del completo "Estudio de los Siete Países". En él, pudo observase los beneficios para la salud de la dieta mediterránea para enfermos coronarios, tras constatar que en los países del Mediterráneo la incidencia de afecciones del corazón era menor que en otros países del norte de Europa.
Asimismo, la dieta mediterránea incide positivamente en otras enfermedades como la diabetes, la depresión o el sobrepeso y la obesidad, favorece la conservación de los huesos y la flexibilidad de las articulaciones, y fomenta un envejecimiento saludable y una mayor longevidad.
A pesar de todas estas bondades, en los últimos años ha aumentado el alejamiento de la dieta mediterránea. A través de un estudio realizado por la Fundación dieta mediterránea, en el que se analizaron las tendencias mundiales de adherencia a la dieta mediterránea durante 40 años, y realizado a partir de datos de la Organización de la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO), se concluyó que existe un claro distanciamiento de este modelo alimentario en los países de la cuenca mediterránea. En el caso de España, nuestro país ocupa el cuarto puesto en cuanto a países que más pierden en su dieta, por detrás de Grecia, Albania y Turquía.
Por todos estos motivos, es necesario replantearse la importancia de la dieta mediterránea e intentar evitar ese alejamiento. Debemos organizar y llevar a cabo actividades que, como el II Salón Dieta Mediterránea y Salud que se celebrará del 14 al 17 de octubre en Madrid, difundan los valores de la dieta mediterránea entre la población, fomenten un estilo de vida saludable y activo, y creen una imagen sólida y duradera de la dieta mediterránea que nos permita recuperar esta valiosa herencia cultural y legarla a nuestras generaciones futuras. Seguro que lo agradecerán.
Dr. Javier Aranceta BartrinaPresidente de la Sociedad Española de
Nutrición Comunitaria y presidente del Comité Organizador del II Salón Dieta Mediterránea
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Miguel Leopoldo Alvarado
Fundador y Presidente