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VOLUMEN I / I EPOCA

Director: Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
Noticias y Artículos de Dietética y Nutriología Ortomolecular y Antienvejecimiento para Profesionales de la Salud

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jueves, 24 de noviembre de 2011

Lo que se esconde detrás de la comida


Todo lo que se esconde detrás de la comida

"El comensal no tiene una relación directa con los alimentos, sino que está mediada por la industria", opina Patricia Aguirre.

Todo lo que se esconde detrás de la comida

Comer parece algo simple, cotidiano, natural... Pero la antropóloga Patricia Aguirre demuestra que nada es "natural". ¿Sabemos qué comemos y por qué? ¿Cuáles son los paraísos y los infiernos de los alimentos industriales?

TEXTOS. AGUSTINA MAI. FOTOS. LUIS CETRARO Y EL LITORAL.

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Mientras la sexta parte del planeta no come (o come poco y mal), el resto de la humanidad se preocupa por comer rico, sano, barato, por hacer dieta, por que los chicos coman o por zafar de la cocina.

Pero detrás de este hecho cotidiano, como lo es comer (para los que comen a diario), se entrecruzan distintos sentidos, saberes e intereses. Develarlos fue el objetivo de la charla de Patricia Aguirre, antropóloga especializada en alimentación, durante su visita a Santa Fe.

LOS OCNIS

"No sabemos qué comemos. Nuestros alimentos se han convertido en OCNIS (objetos comestibles no identificados)", aseguró Aguirre.

El comensal ya no tiene una relación directa con los alimentos, sino que está mediada por la industria. "Cuando íbamos a la feria, mi mamá me enseñaba cómo tenía que elegir el pescado para estar segura de que fuera fresco. Ahora todos los pescados vienen congelados", ejemplificó. Éste es uno de los infiernos de la industrialización, a los que se refiere la especialista.

"Antes, nosotros mismos controlábamos los alimentos. Hoy hemos desplazado ese control a los sistemas expertos, como bromatología o Senasa. Y no nos queda otra que creerle a esos sistemas cuando dicen que un alimento tiene ciertas propiedades. Pero en realidad, no sabemos qué contienen", explicó.

MADRES DESORIENTADAS

Esta misma industria es la que desprestigia el saber popular en favor del conocimiento especializado/científico/técnico. A diario, nos ofrecen consumir (y comprar) "leche superfortificada", "queso con extracalcio", yogur con "acti regularis" o "Lactobacillus".

Todos estos datos técnicos no hacen otra cosa que relegar el saber tradicional. Según un estudio que se hizo a nivel nacional durante 2004, la mayoría de las madres dice "no saber cómo alimentar a sus hijos". Cuando se les pregunta quiénes son los que saben, apuntan a los médicos, pediatras, nutricionistas, etc.

En este punto, Aguirre fue sumamente crítica con el sistema de salud, que consagra "el saber formal, especializado y actualizado, en desprecio de lo viejo y la experiencia práctica".

Es así que el sistema de salud se convierte en el único autorizado a determinar cómo se debe criar, amamantar y alimentar a los niños. "De esta manera, se crean madres dependientes, solitarias, inseguras y sin confianza en su capacidad de actuar. ¿Quién viene a salvar a estas madres desorientadas? Los medios y la publicidad".

"COMÉ DIVERTIDO"

Si los medios y la publicidad desempeñan este rol es porque en nuestra sociedad los alimentos no son considerados nutrientes, sino mercancías. Lo importante no es su valor nutritivo, sino su valor de venta.

"A veces, la industria no produce lo que me hace bien, por ejemplo los alimentos chatarra. Pero los envasan bonitos, me cuentan una linda historia, y voy y los compro. Después se me tapan las arterias, tengo gastritis.... esos son los infiernos de la industrialización", reflexionó Aguirre.

Otro estudio revela que las frases más utilizadas por la publicidad invitan a comer "divertido", "con color", "rico", "casero" y "natural" (cuando, paradójicamente, se refieren a productos industrializados y enlatados), "mucho" o "grandote" (doble sabor, triple tentación), "comida de verdad" (mayonesa industrial), etc.

EL GUSTO INFANTIL

Los chicos son uno de los objetivos principales del mercado. "Las estrategias de marketing apuntan a los niños porque si se maneja el gusto infantil, se maneja el gusto del adulto, y se definen las compras del hogar", aseguró Aguirre.

Es por esto que los canales infantiles tienen la mitad de sus tandas publicitarias con avisos de juguetes y la otra mitad, con comida. "Los medios de comunicación son los principales creadores de sentido sobre la alimentación actual", señaló.

¿Qué se puede esperar de un chico que escucha y ve sistemáticamente que la mayonesa es lo mejor del mundo? ¿Cómo podemos pretender que un nene quiera comer las torrejas de verdura que le hace la mamá si no tienen diferentes colores o no son divertidas", preguntó.

Ante este panorama, la especialista instó a "formar el gusto infantil de manera urgente". "En la historia de la humanidad, siempre fueron los padres los que enseñaron a comer. Hoy enseña la televisión", comparó.

Con un amplio bagaje histórico, afirmó que "en ninguna cultura humana, los niños educaron a los adultos". Y fue más allá en su sentencia: "Si hacemos eso, es un suicidio cultural".

Esta situación va de la mano con los resultados de otro relevamiento, que indican que el 40% de los argentinos no tiene las dos comidas (almuerzo y cena) en su casa. ¿Qué se pierde al dejar esta práctica? El lugar de la sociabilidad, de la cultura, del encuentro y de la transmisión de valores, que -históricamente- ha sido ocupado por la mesa y la ceremonia que la rodea: la comensalidad.

MISIÓN IMPOSIBLE

Los medios tienen el poder de crear y transmitir sentidos. Una de las representaciones sociales más difundidas por la televisión, las revistas, Internet y las publicidades es el ideal de cuerpo bello y delgado: la "escualidez endiosada", como sostiene Aguirre.

Sin embargo, este culto a la flacura extrema se convierte en una "misión imposible" debido a otras ideas que circulan por los medios. "Los medios nos bombardean con alimentos que engordan, pero nos cosen la boca con los modelos escuálidos. No se puede tener ese cuerpo con esa comida", contrapone la antropóloga.

La especialista reconoce que se trata de un problema complejo, por lo cual la solución también va a tener que ser múltiple. En este sentido, instó a "cambiar los patrones de consumo, cambiar las relaciones sociales y desplazar a la lógica del mercado del centro de la escena".

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PROS Y CONTRAS

La industria ofrece practicidad, rapidez, cantidad y calidad de alimentos, pero lleva al colapso a las tradiciones gastronómicas locales, con la consiguiente pérdida de los sabores regionales. Estos son algunos de los paraísos e infiernos de la alimentación industrial, señalados por Aguirre.

A FUTURO

Los médicos advierten que el 30% de las personas que vive en ciudades va a sufrir algún tipo de cáncer, por el tipo de vida y las sustancias químicas que ingerimos todos los días.

EQUIDAD

Aguirre asegura que no es anti-industrialista, pero reconoce que con esta industria no se puede seguir. Por eso propone "producir con sustentabilidad, distribuir con equidad y consumir en comensalidad".

más datos

DESNUTRIDOS VS. OBESOS

En un mundo con casi 1.000 millones de personas desnutridas y otras 1.500 con sobrepeso, es evidente que la alimentación es un problema. "Lo que menos hacemos cuando comemos es pensar, y sobre todo pensar en el futuro", afirmó la antropóloga Patricia Aguirre.

Durante milenios el gran problema de la humanidad fue la falta de alimentos. Pero desde 1985 la producción alcanza para que nadie en el mundo muera de hambre. Sin embargo, las estadísticas no dicen lo mismo.

¿A qué se debe este desfasaje? Aguirre es rotunda en su planteo: "En las sociedades actuales, los alimentos no son nutrientes, son mercancías: se compran y se venden. Por lo tanto, no come el que lo necesita, sino el que lo puede pagar". Esto permitiría entender cómo es posible que el 30% de la población mundial consuma el 60% de lo que se produce: un verdadero problema de distribución.

"Los medios nos bombardean con alimentos que engordan, pero nos cosen la boca con los modelos escuálidos. No se puede tener ese cuerpo con esa comida." (P. Aguirre)

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Para la antropóloga, "a veces, la industria no produce lo que me hace bien, por ejemplo los alimentos chatarra. Pero los envasan bonitos, me cuentan una linda historia, y voy y los compro".

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"Los chicos son uno de los objetivos principales del mercado", opina Aguirre.


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AHANAOA A. C.
Miguel Leopoldo Alvarado
Fundador y Presidente
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