En un estudio sobre adultos obesos en riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, un equipo de investigadores halló que quienes reducían la cantidad de calorías consumidas e ingerían más cereales integrales perdían más grasa abdominal y bajaban los niveles de proteína C reactiva (PCR) en sangre.
La PCR es un marcador de inflamación crónica en los vasos sanguíneos y tanto el exceso de grasa abdominal como de PCR están vinculados con el infarto y el accidente cerebrovascular.
En cambio, los participantes que recibieron la dieta rica en cereales refinados, como el pan blanco, pudieron adelgazar, pero perdieron menos grasa abdominal y no mejoraron el nivel de PCR.
Estos resultados son un incentivo más para que opten por los granos integrales en lugar de las versiones procesadas de los mismos alimentos.
Los alimentos con granos integrales conservan más cantidad de los nutrientes y la fibra de los cereales.
Esto explicaría por qué las personas que hacían dieta en el estudio obtuvieron beneficios adicionales con el consumo de cereales integrales.
Por ejemplo, los alimentos ricos en fibra habrían estabilizado los niveles de azúcar en sangre de los participantes y esto, a su vez, habría reducido sus niveles de
Tambié n es factible que la PCR haya disminuido debido a los nutrientes antioxidantes que contienen los cereales integrales y que están ausentes en los refinados.
El estudio incluyó a 50 hombres y mujeres obesos con síndrome metabólico, que es un conjunto de factores de riesgo de diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, que incluye la obesidad abdominal, la hipertensión y el azúcar en sangre elevado.
Todos los participantes ingirieron menos calorías durante 12 semanas, pero la mitad debió consumir más granos integrales y el resto, más cereales refinados.
El primer grupo debía comprar alimentos en cuyas etiquetas figurara "granos integrales" como primer ingrediente.
Al final, la reducción promedio del peso fue de entre 3,6 a 5 kilos en ambos grupos.
No obstante, el nivel promedio de la PCR bajó un 38 por ciento en el grupo que consumió cereales integrales, mientras que se mantuvo igual en el grupo que ingirió granos refinados.
Y mientras que ambos grupos sufrieron el mismo cambio en el tamaño de cintura, los que consumieron cereales integrales lograron la mayor reducción del porcentaje de grasa abdominal.
Se recomienda leer las etiquetas y elegir bien los productos reconocidos como fuentes de granos integrales.
Existe gran cantidad de alimentos a la venta que promocionan su contenido de cereales integrales pero que realmente no son fuentes importantes de ese tipo de granos
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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