Debate sobre la comida modificada genéticamente | ||||||||
Lunes | 28.01.2008 | ||||||||
Por: Beatriz Navarro | ||||||||
The New York Times Syndicate | ||||||||
productos. Estados Unidos (EU) y la Unión Europea (UE) preparan el terreno para el desembarco de estos alimentos que, superada la batalla científica y legal, se enfrentan ahora a otra barrera: la desconfianza de la opinión pública. Desde el punto de vista científico, no hay dudas. La carne vacuna, porcina y caprina procedente de animales clonados "es tan segura como la de aquellos criados de forma convencional", según la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), que emitió su dictamen definitivo, después de seis años de debate en los que ha examinado más de 30 mil opiniones, en gran parte negativas. Va en la línea de la opinión publicada recientemente por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que considera "muy improbable" que existan diferencias en términos de seguridad alimentaria entre los animales clonados y su descendencia, en comparación con los producidos de forma convencional. El dictamen de la UE es provisional, ya que está sujeto a consulta pública, pero no el estadounidense, que da el pistoletazo de salida a la producción a gran escala de estos alimentos. Debido al alto precio de las copias genéticas, no se espera la llegada de clones al mercado, pero sí de sus crías.
Ahora, el Departamento de Agricultura solo les pide que, para "ganar tiempo" - unos meses- dadas las "implicaciones emocionales" del debate, eviten vender derivados de clones, pero no de su descendencia, que tiene vía libre. Los animales clonados se utilizarán más bien para reproducir ejemplares de alta calidad y para transmitir por métodos convencionales las ventajas genéticas a su descendencia. Empresas como Viagen o Trans Ova Genetics han clonado cientos para criadores estadounidenses (vacas premiadas en concursos que bien valen los miles de dólares pagados por la copia y toros bravos de rodeo). Se calcula que hay alrededor de 570 ejemplares de vacuno y unos 200 cerdos clonados, que en teoría no han entrado en la cadena alimentaria, aunque es imposible afirmar que no lo ha hecho su descendencia. El mercado global de semen de animales con características excepcionales es otra vía de entrada. Anticipándose al rechazo de los consumidores estadounidenses (solo un tercio es favorable a estos alimentos), varias cadenas de alimentación han anunciado que no venderán productos de clones.
La decisión es similar a la adoptada respecto a los transgénicos, que se venden sin ninguna advertencia, a diferencia de lo que ocurre en Europa. Por el contrario, se ofrece a emitir certificados de "alimento libre de clones" para aquellos que los soliciten. El Congreso ha pedido seguir investigando. El procedimiento de autorización no está tan avanzado en la UE. Bruselas ha propuesto que las solicitudes para comercializar estos productos sean examinadas por la EFSA, que hasta mediados de año tendrá una opinión definitiva. El Grupo de la UE de Ética en las Ciencias cerró su debate, y emitirá un informe poco entusiasta. Los expertos observan problemas importantes para el bienestar animal y no ven ventajas a la aplicación de esta técnica a la cría de animales, con el riesgo añadido de reducir la biodiversidad, avanzaron a este diario fuentes del grupo, compuesto por primeras figuras de la ciencia y la filosofía en Europa. "A nadie le entusiasma, pero no hay razones de seguridad alimentaria para prohibir la clonación animal", resumieron.
¿Qué hay de malo en comer la copia de un animal que ya hemos comido? Los defensores de la clonación animal subrayan que no se trata de manipular genéticamente al animal, sino de aplicarle una técnica reproductiva nueva que equipara a la inseminación artificial o in vitro. "También habrá reparos morales a la idea de utilizarlas con humanos y se utilizaron antes con animales", afirma el experto en biotecnología Johan Vanhemelrijk, que recomienda "no trasferir el problema ético de la clonación humana a los animales, si nada indica que sea peligrosa". En contra La pregunta no es por qué no deberían clonarse animales, sino por qué deberíamos hacerlo. "No falta carne ni leche en el mundo", afirma el profesor Michael Appelby, consejero de WSPA, una organización británica de defensa de los animales. Rechazan la clonación pensando en su bienestar: la tasa de mortalidad de los clones es altísima, nacen por cesárea, algunos con malformaciones y problemas en el sistema inmunológico y mueren antes de lo normal. Consideraciones morales al margen, las asociaciones de consumidores de EU reclaman que se siga investigando y que las autoridades no se conformen con que hoy no hay pruebas que desaconsejen su consumo. |
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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