Muchos niños pequeños no tienen la suficiente cantidad de vitamina D, una deficiencia que suele ser invisible y que puede generar debilidad ósea o en el sistema inmune, aumentando la propensión de una persona a enfermarse, indicaron investigadores.
Los factores de riesgo más importantes eran no tomar la suficiente cantidad de leche fortificada, no consumir vitaminas y tener sobrepeso, indicó el informe publicado en Archives of Pediatric and Adolescent Medicine.
La directora del estudio, Catherine Gordon, señaló que la tasa de deficiencia del 40 por ciento "es mayor a la esperada en un país que cuenta con leche fortificada con vitamina D."
El estudio se suma a la creciente evidencia de que la vitamina D, que se produce en el organismo cuando la piel entra en contacto con la luz solar y suele estar en varios alimentos fortificados, es importante para evitar las enfermedades crónicas.
La vitamina D es clave para mantener huesos fuertes, pero además ha sido relacionada con un menor riesgo de cáncer, enfermedad arterial e incluso renal.
La falta de síntomas, al menos inicialmente, llevó a Gordon a calificar la deficiencia de vitamina D como una "enfermedad silente."
"Lo que fue llamativo para nosotros es cuántos bebés tenían deficiencia de vitamina D pero eran asintomáticos. El silencio de lo que observamos me preocupa más," dijo la experta durante una entrevista telefónica.
La alternativa a las pruebas de sangre para descubrir la deficiencia es administrar rutinariamente vitaminas que puedan ser consumidas fácilmente en forma de gotas, añadió la autora.
Sólo tres niños del estudio mostraron los signos de debilidad ósea característicos del raquitismo, que es una condición peligrosa.
Otros 13 chicos presentaron síntomas de desmineralización, donde la falta de vitamina D hace que los minerales se filtren por los huesos.
Los niños con sobrepeso eran propensos a la deficiencia de vitamina D, quizás porque la vitamina se disuelve en la grasa, manifestó Gordon. La diabetes es una de las enfermedades relacionadas con la deficiencia.
Los bebés amamantados también corrían peligro de sufrir la deficiencia, dado que "la leche materna es la comida perfecta, excepto que carece de vitamina D," expresó Gordon.
Con todo, el estudio halló que un 6 por ciento de los niños alimentados con fórmula fortificada también presentaban deficiencia de vitamina D. Los investigadores indicaron que esto aumentaba los cuestionamientos sobre si la fortificación es suficiente.
--
AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
http://www.seattlees.com/