Medicina ortomolecular: operativo revitalización
La medicina ortomolecular propone un camino natural para retardar el envejecimiento. Objetivo principal: frenar la acción de radicales libres y descargar todo lo nocivo.
Hoy no es suficiente hablar de buena calidad de vida en términos de tener salud. Vivir bien implica tener energía, vitalidad y alegría; y todo esto atenuando en la apariencia, las huellas del paso del tiempo. Por eso, desde hace más de una década las terapias naturales se han impuesto como el camino hacia la conjunción de salud y belleza. Una de ellas es la medicina orthomolecular que, aunque su nombre induzca a sospechas, busca restablecer el equilibrio químico del organismo, proporcionando vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales y enzimas.
El término agrupa dos nociones: "orthos", que deriva del griego y significa "lo correcto"; y "molecular", porque apunta a contrarrestar los desajustes que generan los años en las células, como así también distintos factores externos como la polución ambiental, las deficiencias nutricionales y el estrés psicofísico.
Radicales en la mira
Tan sólo por el hecho de vivir y tener alrededor de 30 ó 35 años, el organismo comienza a sufrir estrés oxidativo; ése que ha dado lugar a hablar por doquier de temibles radicales libres. Se trata de átomos de oxígeno que han perdido uno de sus electrones y buscan compensarlo tomándolo de otros átomos y así rompen el equilibrio molecular del cuerpo.
El proceso se inicia naturalmente cuando nuestras células generan oxígeno al "respirar" para extraer energía de los alimentos. Es allí cuando se producen excedentes reactivos o radicales libres que arman un desbarajuste celular si no hay suficientes antioxidantes para neutralizarlos. Esa falta de equilibrio entre oxidantes y antioxidantes es el principio del envejecimiento y de problemas por la pérdida gradual de la función celular.
"Puede comenzar un proceso inflamatorio silencioso, en el que no hay síntomas, pero puede ser el comienzo de una patología que veremos varios años después y es lo que queremos diagnosticar desde la medicina orthomolecular, para ayudar al organismo a restablecer el equilibrio y el estado de salud", señala la médica Graciela Páez.
En síntesis, se trata de una terapia eminentemente preventiva, útil para mantener el cuerpo más saludable, revitalizar sus funciones y su aspecto, y contrarrestar trastornos que pueden aparecer por la menopausia, el envejecimiento, el estrés, la ansiedad, la obesidad, entre otros.
Recarga de energía
"En general, la expectativa del paciente se centra en retardar el envejecimiento y recuperar la energía de antes, ya que la mayoría de las personas presenta fatiga crónica, como uno de los síntomas más destacados", remarca Páez.
El primer paso es, por supuesto, "sacar la foto" del nivel de estrés oxidativo de cada persona. Para llegar al diagnóstico, se realiza una exhaustiva historia clínica, estudios de laboratorio y tests orthomoleculares específicos. Esta "foto" dirá sobre el estado oxidativo y las reservas antioxidantes y de allí se emprenderá un tratamiento, si es necesario.
"Podemos encontrarnos con un paciente que no necesita ningún tratamiento -agrega la especialista-, hasta un paciente que requiera de suplementación permanente con nutrientes vía oral y/o quelaciones (endovenoso)".
Por lo tanto, los tratamientos no son iguales para todos, sino que se adecuan a las necesidades de cada organismo para restituir el equilibrio, al aumentar la reserva antioxidante y extraer sustancias nocivas.
La terapéutica se complementa con medicina tradicional y otras alternativas que dependerán del centro de atención. Por ejemplo se emplea péptidos y también aminoácidos que modulan y refuerzan el sistema inmunológico. Por eso, esta medicina también se aplica en patologías autoinmunes, pero siempre se debe consultar con un profesional médico, para que haga el diagnóstico y marque el camino hacia el bienestar.
¿Listos para la foto?
Antioxidantes naturales
Lo ideal es que consumas a través de los alimentos las "barreras" para frenar los radicales libres, en forma totalmente sana y natural.
Buscá vitaminas A, C y E, zinc, cobre, magnesio, manganeso, selenio y betacarotenos, entre otros. Se encuentran en las frutas frescas y los vegetales (sobre todo raíces y verduras de huerta). Tratá de que formen buena parte de tu dieta en el almuerzo y la cena y limitá la cantidad de proteínas. Lo prohibido son los aditivos como edulcorantes, espesantes y colorantes. Tratá de ordenar tu dieta y cumplir con los horarios.
El cambio nutricional se hace de a poco, gradualmente. Regulá tu dieta y en poco tiempo te vas a sentir muy bien.
Bajo control
Los genes condicionan nuestra vida en un 25 por ciento, mientras que los factores ambientales lo hacen en el 75 por ciento restante. Veamos qué hay que modificar o controlar para reducir los radicales libres: Factores internos: ejercicio muy intenso, estrés y metabolismo. Factores externos: mala alimentación, consumo de tabaco y alcohol, medicamentos y contaminación.
La química neuronal
Por Graciela Páez
Médica (MP 15323, ME 4818). Especialista en Diagnóstico por Imágenes. Postgrado en Medicina Orthomolecular. Directora de "Dra. Graciela Páez - Espacio Estético"
Entre los diagnósticos que efectuamos en medicina orthomolecular, está el test de neurotransmisores. Un neurotransmisor (o neuromediador) es una sustancia química que transmite información de una neurona a otra. Los neurotransmisores pueden ser inhibitorios o excitatorios, y condicionan nuestros estados de ánimo. Un individuo, que tenga en equilibrio sus neurotransmisores, va a tener un manejo adecuado del estrés y, junto con otras variables, va a mantenerse en estado de salud. Es fundamental el diagnóstico del nivel de neurotransmisores -que puede medirse de diferentes maneras- para efectuar un tratamiento integral del paciente. Una vez diagnosticado el exceso o falta de alguno o varios neurotransmisores, vamos a suplementarlos. Evidentemente, los neurotransmisores sólo son una parte del tratamiento de reposición que necesita un paciente, pero es un área fundamental para que las demás funciones restablezcan el equilibrio. Entre los neurotransmisores que vamos a detectar están la serotonina, la dopamina, el GABA (ácido gamma-aminobutírico), la acetilcolina, adrenalina y noradrenalina, los cuales tienen una notable influencia sobre el comportamiento, las funciones mentales y el humor.
Miguel Leopoldo Alvarado
Fundador y Presidente