Una alimentación que incluya nutrientes como alimentos probióticos, vitaminas y ácidos grasos, entre otros, fortalece las defensas del organismo en general y podría ayudar a prevenir diarreas, infecciones respiratorias, enfermedad inflamatoria intestinal y otras afecciones, según destacaron hoy especialistas argentinas.
'Hay un enfoque, relativamente innovador, que afirma que la dieta, entre otros factores, condiciona los mecanismos de defensa', puntualizó la médica Nora Slobodianik, profesora titular de Nutrición de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el marco del Día de la Inmunología, que se celebra el 29 de abril.Y agregó: 'Así como el organismo necesita energía y nutrientes, también las células inmunocompetentes requieren de éstos para mantener una correcta función protectora'.
A su vez, la especialista Gabriela Perdigón, investigadora principal del CONICET en el Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA), afirmó que 'existen numerosos estudios que cuantificaron y evaluaron el rol protector de los probióticos, es decir, bacterias que inducen un efecto benéfico en quienes las consumen, en diarreas bacterianas y virales'.
Además, señaló: 'en CERELA hemos realizado estudios experimentales que muestran cómo el consumo de probióticos o de alimentos que los contienen puede reforzar la inmunidad de mucosa a nivel de bronquios y glándula mamaria. Y seguimos investigando en este campo'.
La Food and Agricultural Organization (FAO) definió a los probióticos como 'microorganismos vivos que cuando son suministrados en cantidades adecuadas promueven beneficios en la salud del organismo huésped'.
En su gran mayoría, según explicaron las especialistas, son bacterias lácticas (lactobacilos) o bifidobacterias presentes en determinados alimentos incluidos en la dieta diaria, como yogur, leches cultivadas u otros.
Perdigón subrayó que estos probióticos 'ejercen un efecto benéfico para el organismo a través del sistema inmunológico', y al mismo tiempo negó que un consumo habitual o prolongado de este tipo de productos genere problemas de salud.
Explicó, a manera de ejemplo, que estos probióticos 'reducen la posibilidad de diarreas e intolerancia a la lactosa y ayudan a disminuir los niveles de colesterol, a partir de la estimulación del sistema inmunológico'.
En tanto, Perdigón subrayó: 'Este es un nuevo camino en la ciencia. Organismos internacionales están otorgando subsidios para investigar productos 'naturales' que cumplen una función beneficiosa para la salud. Esperamos conocer más sobre los efectos de los nutrientes en el futuro, y elegir así la mejor opción para mantenernos sanos'.
Slobodianik, por su parte, señaló que 'recién se está incorporando la inmunonutrición a la práctica médica, porque se comienza a comprender con exactitud cómo la nutrición incide sobre diferentes sistemas, entre ellos el sistema inmune'.
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
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