IRAPUATO
La grasa acumulada en la cintura (obesidad abdominal) es altamente perjudicial para la salud al grado de que duplica el riesgo de morir a causa de cualquier padecimiento, en tanto que en los cardiacos la posibilidad de sufrir un infarto del miocardio se incrementa nueve veces, advirtió Hortencia Monroy Sánchez, Médico Internista de la Unidad Médica de Alta Especialidad número 1 Bajío del IMSS en León.
"Si la cintura del hombre es mayor de 93 centímetros y de la mujer de 84, se tiene además 79 por ciento más posibilidades de padecer diabetes mellitus, según lo han demostrado estudios hechos en México", dijo.
La especialista añadió que este tipo de obesidad se ha asociado con el desarrollo de hipertensión arterial y la elevación de lípidos (grasas en sangre), componentes del síndrome metabólico, el cual representa un riesgo inminente para sufrir infarto agudo del miocardio e infarto cerebral, que constituyen la primera y tercera causas, respectivamente, de muerte en el mundo.
Añadió que el cúmulo de grasa en la cintura incrementa de dos a tres veces el riesgo de presentar cáncer de páncreas, esófago, gástrico, colon, recto y mama; y la mujer, además, tiene mayor probabilidades de padecer síndrome de ovarios poliquísticos.
El síndrome metabólico, explicó, es un conjunto de trastornos cuya relevancia es que se va a traducir en dos eventos: infarto agudo del miocardio e infarto cerebral, los problemas de salud pública más importantes en México y a nivel mundial.
La obesidad, puntualizó, es el eje fundamental del síndrome metabólico y constituye un estado anormal del ser humano. Lamentablemente, el problema es que en general aún se percibe como sinónimo de poder económico, riqueza o bienestar, cuando en realidad se debe concebir como una enfermedad.
Para el desarrollo de la obesidad, dijo, hay dos condiciones fundamentales: la falta de actividad física y la presencia de una carga genética en la población mexicana, que durante mucho tiempo no dio problemas pero cuyo comportamiento se modificó debido al influjo de nuevas modalidades de comida (ahora se consumen más alimentos artificiales con conservadores, de bajo valor biológico y abundantes carbohidratos).
Por ello, es importante mantener un peso corporal adecuado, hacer ejercicio y evitar adicciones como el tabaquismo y el consumo de alcohol. Además, desde la segunda década de vida, es recomendable que se revisen periódicamente los niveles de colesterol, triglicéridos, azúcar y presión arterial, dijo.