Un informe sobre cambios climáticos afirma que los pueblos costeros podrían desaparecer. Califica a los latinoamericanos como los nuevos candidatos a ser víctimas de este trágico fenómeno Ampliar Imagen | | El Panel Intergubernamental de Cambios Climáticos divulgará el 13 de noviembre un informe con conclusiones preocupantes para los pueblos que viven cerca de la costa. Ricardo Sánchez, director general para América latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), indicó que "el organismo, que acaba de ser premiado con el Nobel de la Paz, estima una reducción de la costa de alrededor de 200 metros. Ese será el promedio de penetración del mar, con mayor incidencia en las regiones bajas". Durante la 7ª Conferencia Latinoamericana de Medio Ambiente en la capital del estado brasileño de Minas Gerais, Sánchez declaró que "en ese rango de dos cuadras sobre las que avanzarán las aguas, viven más de 100 millones de personas en el planeta". Ante tal presagio, ciudades como Buenos Aires y Nueva York se contabilizan como futuras víctimas del desastre, que se produciría a fin de siglo. Al ser consultado sobre cómo evitar tal catástrofe, el investigador José Marengo, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil sostuvo que "solo se pueden evitar mayores desastres si se reduce en forma drástica el nivel de emisiones de dióxido de carbono". Al mismo tiempo, el informe explica que entre el 2000 y el 2005 aumentó el número de habitantes que viven en zonas costeras. "Entre 2000 y 2005 creció en 20 millones, sobre un total anterior de 100 millones, la cantidad de personas de América Latina que habitan regiones vulnerables a los desastres naturales. Son, precisamente, las familias que viven cerca de las costas, a no más de 100 kilómetros. O que están a las orillas de ríos que desbordan, o que pueden ser afectadas por deslizamientos de tierra", según publicó el diario Clarín. Así, el 60% de la población latinoamericana que vive en las proximidades costeras son los nuevos candidatos para ser víctimas del calentamiento global.
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