La vitamina C y otros antioxidantes impedirían el desarrollo de algunos tumores cancerosos neutralizando una proteína (HIF-1), según una investigación realizada en Estados Unidos y publicada este lunes.
Algunos cánceres de avance rápido como el de hígado consumen tanta energía que queman todo el oxígeno disponible en torno a ellos, haciendo que dependan absolutamente de una proteína denominada HIF-1 (factores inducidos por la hipoxia) para sobrevivir.
Esta proteína, descubierta hace una decena de años por investigadores estadounidenses, compensa la disminución de oxígeno disponible en las células. Pero no puede funcionar sin radicales libres, partes inestables y muy reactivas de una molécula.
Los radicales libres parecen jugar un papel en el envejecimiento.
Los antioxidantes como la vitamina C destruyen estos radicales libres y neutralizan el HIF-1, bloqueando el desarrollo del tumor canceroso.
Este hallazgo realizado en ratones de laboratorio a los cuales se les indujo un cáncer fue el fruto de trabajos realizados por el doctor Chi Dang, un especialista en cáncer y profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Maryland, este).
"Las virtudes anticancerígenas potenciales de los antioxidantes motivaron numerosos ensayos clínicos y estudios" en las últimas décadas, indicó Dang.
"Descubriendo el mecanismo por el cual actúan los antioxidantes, podemos maximizar sus esfuerzos terapéuticos", indicó.
Hace casi 30 años, el doctor Linus Pinus, laureado con el premio Nobel de medicina, fue el primero en plantear la idea, entonces controvertida, que suplementos de vitamina C podrían tener efectos anti-cancerígenos.